domingo, 7 de abril de 2013

Un Gran vacío. Prólogo



Siempre me habían dicho que estaba como ausente, que no tenía sangre, o cualquier símil que se te pueda haber ocurrido usar para definir a alguien que no es dueño de sí mismo.

Todas las mañanas al despertar, hacía un esfuerzo inmenso por levantarme y vivir. Sí, lo has leído bien, hacía un esfuerzo por vivir. Puede que para ti, vivir sea un efecto colateral de respirar, para mí era algo extra que me hacía esforzarme el doble, yo sería más feliz sin esforzarme tanto.
¿Nunca has dejado de ser? Notar que te fundes con el colchón de tu cama, dejar de pensar y cerrar los ojos disfrutando de la oscuridad. Ése era mi hobby, o al menos lo era antes de que a la comunidad de vecinos le diera por pensar que yo había muerto en mi casa, solo. ¿Morir?, demasiado fácil para mí.

Un día, para mi disgusto, unos ruidos rompen la apacibilidad de mi casa, llenando mi anhelado silencio en una hecatombe. Abro los ojos asustado por el atronador ruido, ¿y qué me encuentro? Unos policías municipales, con más cara de ser vándalos que el cuerpo de  seguridad, alumbrándome la cara con una jodida linterna. 


2 comentarios:

  1. Pues, pues, pues... Espero que dentro de poco tener más escrito e ir subiendolo!!

    Muchas gracias por leer y comentar!! :D
    Besis

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