viernes, 31 de agosto de 2012

Capítulo 7: La fiesta #Bandida



 Con la herida ya curada, pudo volver a sus ocupaciones. Entre ellos acondicionar el lugar a los hombres, y como  no, cuidar de su hermana.
Ahora si sentía el peso de la mirada de la gente, el escrutinio continuo al que era sometida, el juicio que le iban imponiendo. Sacudió la sábana que llevaba entre las manos, y la extendió sobre un jergón. Los catres ya estaban listos para los hombres, pero todo hacía pensar que esa noche sería larga, las mujeres cocinaban las viandas preparándolas para el suculento festín que se convertiría en una fiesta por el regreso de los hombres.
Todos estaban contentos, todos felices, todos menos ella. A Kate le entusiasmaba la vuelta de su padre, pero eso no implicaba que fuera la última. Biggs había escapado, y en unas semanas volvería a tener a sus hombres bajo su mando, y volvería a atacar a su padre. Y aunque hoy se hubiera presentado la batalla definitiva, y Biggs hubiera caído rendido o muerto, tampoco conllevaría a la permanencia de su padre en las cuevas.
En ése lugar deshabitado, no había suficiente comida como para sobrevivir, y eso implicaría más viajes a por viandas, y más oportunidades en donde su padre se iría y arresgaría su vida.
¿Es que no podemos ser una familia normal? Siempre disparando, huyendo, robando. ¿Acaso no existía otro tipo de vida?  Y ella sabía la respuesta, no.
Para ellos no había otro tipo de vida que no fuera la de robar, ocupar cuevas que los refugiaran y la de cazar para sobrevivir. Siempre pendiendo en un hilo, siempre en el borde, siempre a punto de caer. Y se preguntaba si la demás gente no pensaba lo mismo, si nunca se había permitido pensar en que otra vida mejor era posible.

Más tarde, cenaría y bebería, y miraría a todos sintiendo que habían sido obligados a vivir una vida que nadie quisiera, que nadie hubiera deseado.

Garrett encontró a Kate y le dijo:
-Todos los catres deben de estar preparados para esta noche Kate, baja de la luna.
Y Kate se dio cuenta de que había estado ensimismada en sus pensamientos y había parado de arreglar camas.
-Si, en eso estoy, me he quedado por un momento en blanco.
Garrett se acercó a ella y le examinó las pupilas, concentrado. La proximidad de Garrett en su escrutinio la embargó, pero sentía eso siempre, y no sabía por qué.
-Puede que la herida sea más grave de lo que parezca. ¿Te sientes mareada o ves doble?
-No –le dijo y una sonrisa curvó sus labios-, nunca me había dado cuenta de que tus ojos tienen algo de verde.
Y se miraron, pero no a los ojos ni a ningún aspecto físico, sino al alma, era un vistazo más profundo.
Y se rompió la conexión mucho antes de que ninguno de los dos se diera cuenta de ella, y se separaron un poco.
-Si ves doble o te dientes mareada por el día de hoy, avísame, ¿vale?
-Sí –le dijo. Y él siguió su camino.

_____


La música sonaba, las mujeres bailaban alrededor de la hoguera, y todos se divertían. A un lado se encontraban todos los demás disfrutando de la comida, y mientras la noche pasaba, ellos se convertían en lo que hacía mover el mundo.
Un dicho indio decía que cuando el sol se ponía y la luna era la regente, se podían cumplir todos tus sueños. Para ellos se cumplía uno muy importante, estar vivos, eso era lo que les unía.

Kate daba vueltas alrededor de la hoguera, no le importaba nada más que bailar y bailar. Si por ella fuera, sólo bailaría. Y mientras que ella danzaba junto al fuego, Garrett la miraba, y no sólo la miraba, sino que también la deseaba.
La conocía de toda la vida, eran amigos y siempre había hecho todo lo que podía por protegerla, y hoy había fallado. Por su culpa Kate había estado a punto de ser secuestrada por Biggs. Había quedado como un completo inútil, pero eso no importaba nada frente al hecho de que ella estaba sana y salva.
 Kate seguía danzando, quizás a algún extraño dios indígena de la lluvia que llegara un tiempo de prosperidad y felicidad. Miró al cielo e hizo su petición, y en ese momento se trastabillaron los pies y cayó, miró hacia abajo con los brazos hacia delante para evitar el choque y unos brazos la detuvieron, antes de que acabara con la cara pegada al polvo.
-Gracias Garrett. Qué patosa soy, lo siento.
-No importa.
Y Kate le miró, y lo notó raro, por su frente surcaba una arruga distinta de las que ya conocía.
-¿Te pasa algo? Te noto raro.
-Emm –Garrett necesitaba salir de allí, los bailes de Kate habían sido demasiado evocadores, y su contacto ahora no hacía más que empeorar su estado-, tengo que irme.
Garrett se fue, y dejó a Kate muy ofendida.
Me tiene que salvar de unos bandidos y ahora no me quiere ni mirar, ni estar cerca de mí. Debe de odiarme, ha sido relegado a vigilante por mi culpa. La culpa de Kate no hacía más que intensificarse debido a la partida de Garrett. Quizá si lo sigo, me dará tiempo de hablar con él y aclarar esa cuestión, no podría vivir peleada con Garrett, era su mejor amigo. No, era más que eso, entre ellos había algo más que el simple ser amigos, y ella lo sabía. Inició su persecución en ese momento, todavía podía ver su espalda entre la gente, tendría que ir más rápido.
Se chocó con varias personas que charlaban, pidió disculpas y siguió. Ahora lo más importante era llegar hasta él.
Siguió avanzando hasta las cuevas, si conocía a Garrett, se dirigiría a su jergón. Ahora andaba sobre seguro, sabía que no le estaba permitido estar allí, pero todo el mundo se estaba divirtiendo en la fiesta, tendrían un par de horas para hablar tranquilamente.

 Cuando llegó, Garrett se estaba desvistiendo a la luz tibia de una vela, ya se había quitado la camisa y Kate podía verle la espalda. En ella estaban todas las cicatrices que Kate conocía, pequeños testigos de una vida dura.

Garrett comenzó a quitarse el cinturón, y cuando estaba a punto de quitarse los pantalones, oyó un ruidito. Se dio la vuelta y vio a Kate mirando embobada, volvió a ponerse el cinturón.
-¿Qué haces aquí? –dijo sobresaltado.
-Emm …tenía que hablar contigo –dijo Kate, obligándose a apartar su mirada del pecho de Garrett y concentrándose en su cara.
-¿Y de qué tenías que hablar? –dijo Garrett deseando terminar con eso.
-Bueno, yo… Yo quería pedirte disculpas, sé que mi comportamiento ha sido erróneo y que…
-Espera, ¿has venido para eso?
-Sí, bueno, noto que te distancias y no quiero que…
-¿Distancia? No tienes ni idea de lo que hablas.
Para Garrett, que deseaba a aquella chica, estar solos, con el medio desnudo era muy tentador, pero no se podía permitir caerle en desgracia más de lo necesario a Dilinger.
-No estoy para esto ahora, así que vete.
-Pero Garrett, no paro de pensar y siento que lo he hecho mal.
Garrett no podía creerlo, había rehuido su contacto porque no sabía si podría vivir sin él, no sabía si sería suficiente, no porque le hubiera creado enemistad con su padre.
Ella se acercó y lo cogió de los hombros.
-No me eches –dijo con una lágrima que bailaba al borde de sus párpados-, no quiero que nos peleemos.
-Katherine –dijo melancólicamente y cogiéndola de la cara-, no estoy enfadado, es sólo que…
-¿Qué?
Y acercándose, Garrett recorrió los centímetros que quedaban entre ambos, electrificando el aire de alrededor. Kate se quedó petrificada.
Los labios de Garrett se cerraron sobre los de Katherine, y ella posó sus manos sobre el pecho de él. Mientras que la lengua de Garrett penetraba en la de Kate, ella movió sus manos tanteando el pecho de Garrett, musculoso y de piel tersa. Un gemido escapó de los labios de Kate cuando Garrett apartó sus labios.
Sonrió, y volvió a besarla, pero esta vez, apasionadamente mientras ceñí a sus manos en torno a su cintura y la atraía hacia su cuerpo. Kate notó algo sobre su vientre, y su mente se hizo añicos, lo abrazó mientras sus cuerpos se inflamaban momentáneamente.

Garrett paró y se separó con mirada de culpabilidad, Kate se quedó sorprendida, sus labios le hormigueaban por la ausencia de contacto.
-Creo que debes irte ya –dijo Garrett con voz trémula.
-Pero…  -dijo Kate aturdida.
-Vete –dijo Garrett, su voz le pedía que se marchara, pero su mirada le pedía que se quedara.
Kate se giró y se marchó.
*****

Muchas gracias a todos aquellos que habéis entrado en mi blog y os habéis enganchado a mi historia, espero que os guste y sigáis visitando este blog.

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2 comentarios:

  1. Me ha encantado este capítulo. Estoy deseosa de saber cómo seguirá la vida de Katherine y su relación con Garrett. Simplemente, me encanta :)

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  2. Me alegra que me lo digas, y te doy las gracias por seguir #Bandida!!
    Besos

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